GRANDES MITOS SOBRE LA LECTURA RÁPIDA: EL POR QUÉ LEER VELOZMENTE NOS TRAE MÁS BENEFICIOS
Se ha entendido durante tiempo la idea de que la lectura rápida no es de calidad; sin embargo, estudios han comprobado que leer velozmente no solo ayuda a mejorar nuestro tiempo de lectura, también aumenta nuestra concentración y, por ende, comprensión frente a textos. La lectura rápida o veloz trae muchos beneficios, entre ellos leer y comprender más información en menor tiempo. En este artículo te explicaremos los mayores mitos existentes sobre la lectura rápida.
- Leer letra por letra es mejor:
No necesariamente leer cada letra es el mejor método; se ha demostrado que cuando leemos y nos enfocamos en cada una de las palabras no sólo disminuimos nuestro campo visual, sino que además nos distraemos ya que cada palabra podría remitirnos a miles de posibilidades en las que, inconscientemente, nuestro cerebro se detiene para digerir y asociar. No es necesario enfocarnos ya que el cerebro se encuentra diseñado para descifrar el mensaje total del texto, ¿por qué?, él se preocupa por captar el mensaje y no en la colocación de las palabras. - Leer lento es mejor para la comprensión:
Realmente lo que se evalúa no es la velocidad de lectura, sino el nivel de concentración en el momento de leer; por ello leer lento no significa necesariamente una mejor comprensión pues podríamos desconcentrarnos en el proceso o esta puede ser síntoma de una no comprensión. Cuando leemos despacio fomentamos la distracción ya que damos oportunidad a que intervengan factores distractores, y esto puede causar un aburrimiento al momento de leer. - Leer rápido es no comprender:
Cuando se adquiere la técnica y capacidad de leer rápidamente se logran leer grupos de palabras, en este sentido, las ideas no se fragmentan por palabras, sino que se logran captar en su generalidad, ello influye en comprender mejor y en menor tiempo las ideas. Además, la comprensión no depende de la velocidad, sino de la retención de la información. Por ello, si se lee de manera lenta para comprender, pero no se tiene la capacidad de recordar la información, lo único que hemos logrado es invertir mal el tiempo; si logramos retener la información comprenderemos lo leído independientemente de la velocidad de lectura. Así mismo, al obtener más información el cerebro aumenta la comprensión, ya que genera más relaciones conceptuales. - Es más placentero la lectura lenta:
Al leer lento permanecemos enfocados más tiempo en una actividad lo cual permite, no solo desconcentrarnos fácilmente, sino también aburrirnos, esta es una de las razones por las que el placer de leer no depende de la velocidad, sino de los gustos, intereses y eliminación de factores distractores, estos últimos los podemos reducir si leemos más rápido y así nuestro cerebro no se agota al realizar una tarea en un periodo prolongado. De igual modo, al leer rápido generamos el mismo efecto que al reproducir una película, la información llega directamente a nuestro cerebro sin divagaciones ni pausas innecesarias; ya que él lee en imágenes y no segmenta las palabras. - Al leer rápido eliminamos u omitimos palabras:
Al lograr perfeccionar y desarrollar la técnica de lectura rápida logramos ampliar nuestro campo visual, es decir, los grados que el ojo logra ver (180°); por tanto, al expandir lo que vemos podemos ver un grupo de palabras sin eludir signos de puntuación, ortografía e, inclusive, números. No hacemos saltos entre palabras, sino que nuestro ojo logra ver un grupo de ellas, he ahí el secreto de leer velozmente, no es leer rápido cada palabra sino reconocer un grupo de ellas.
Como lo podemos apreciar, la lectura rápida no es un mal para el lector es, por el contrario, una herramienta que aumentará la capacidad de concentración, retención y ello permitirá que seamos hábiles lectores.
REFERENCIAS
Pérez, V. (2017) Los mitos sobre los sistemas para leer más rápido. Hipertextual. Recuperado el 31 de mayo de 2021 de https://hipertextual.com/2017/02/leer-mas-rapido